Éste es un día especial,  porque no sólo es un Homenaje a los Caídos y a los Veteranos, sino además porque es preciso recordar que, más allá de la ocupación, las Islas Malvinas son argentinas.

Las Malvinas tienen una larga historia. Desde que comenzaron las exploraciones en nuestro continente, fueron avistadas, recorridas y ocupadas por  marinos de diferentes naciones;  entre ellos franceses, holandeses e ingleses. Las circunstancias de la lucha por la independencia dejaron a las islas sin mayor protección. Finalmente fueron arrebatadas por los ingleses en 1833, no sin resistencia del Gaucho Rivero y sus hombres.

Desde 1946, las Islas Malvinas fueron consideradas entre los territorios bajo administración británica por las Naciones Unidas, y como territorio no autónomo. Frente a esto, se presentó de parte de Argentina una reserva de soberanía, reclamo que se reiteró durante muchos años. Los procesos de descolonización influyeron para un cambio de perspectiva, siempre insistiendo en la vía diplomática. Durante la presidencia de Arturo Illia, nuestro país consiguió un reconocimiento del litigio, aunque no derivó en un cambio de la situación.

El gobierno militar del Proceso decidió reconquistarlas por medio de la fuerza. La guerra, nunca está de más decirlo, es de por sí inviable. Aún siguen abiertas las heridas que provocó aquel conflicto.

Homenajeamos hoy a nuestros soldados, e intentamos reparar la deuda que tiene nuestra sociedad hacia ellos. Más allá de las luchas simbólicas, y de la “desmalvinización” planteada por el historiador Federico Lorenz, sabemos que fue una guerra inaceptable, trágica para las víctimas, y para todos nosotros como país. Acompañamos a sus familiares y a sus seres queridos, y esperamos que su recuerdo siga presente más allá de cada aniversario del 2 de abril de 1982.

Profesora Marcela Spighich